Cuando haces ejercicio con regularidad, no sólo estás ayudando a mantenerte en forma, también estas ayudando a mantenerte sano, literalmente. Durante muchos años, el ejercicio se ha relacionado con la prevención de enfermedades. Seguir una rutina de ejercicio adecuada podría ayudarte a luchar contra la gripe, los resfriados comunes y otros tipos de infecciones.

1. Aumento de frecuencia cardiaca

El hacer ejercicio es conocido por el aumento de la frecuencia cardíaca, lo cual es bueno para el sistema inmunológico. A medida que aumenta el ritmo cardíaco, las células blancas de la sangre y otros componentes de tu sistema inmunológico comenzaran a circular a través de tu cuerpo a un ritmo más rápido. Esto ayuda a disminuir la cantidad de tiempo que normalmente toma a tu sistema inmunológico para combatir una infección potencial. Cuando haces ejercicio, también se elimina la cantidad de estrés. El estrés tiene el potencial de evitar que tu sistema inmunitario funcione bien; por lo tanto, eliminar el estrés es beneficioso para el sistema inmunológico.

2. Elevación de la temperatura corporal

Cuando haces ejercicio, tu temperatura corporal se elevará. Esto es necesario para ayudar a combatir o prevenir enfermedades. La mayoría de los agentes infecciosos que viajan a través de tu cuerpo no pueden sobrevivir cuando tu temperatura corporal se eleva; incluso si la temperatura se desplaza unos pocos grados. Cuando tu temperatura corporal aumenta, el cuerpo está generando una fiebre, que se utiliza para combatir infecciones. La temperatura más alta del cuerpo acelerará el funcionamiento interno de las células del cuerpo. Esto significa que las células que combaten la enfermedad responden más rápido, y sus respuestas inmunológicas también aumentan.

3. Eliminación de desechos del cuerpo

El ejercicio ayuda a eliminar los productos de desecho de tu cuerpo, lo que ayuda a disminuir el riesgo de infección. Cuando haces ejercicio, la velocidad a la que el cuerpo elimina los desechos aumentarán. Cuando aumenta tu respiración, tu cuerpo desecha las partículas extrañas y bacterias de tus pulmones. El aumento de la cantidad de sudor que produces también puede eliminar los productos de desecho. Al quitar estos residuos, un menor número de agentes infecciosos estarán presentes en tu cuerpo.

4. Aumentar las defensas

Es cierto que el ejercicio puede ayudar a aumentar las defensas del organismo contra varios tipos de bacterias, así como diferentes tipos de virus. Esto se hace con ejercicios aeróbicos, como caminar, andar en bicicleta, correr a paso ligero y más. Para efectos más positivos – relativos a los ejercicios aeróbicos – lo mejor es reducirlo a sesiones de ejercicio de 30 minutos, de tres a cuatro veces por semana. Si prefieres correr solamente, se puede correr aproximadamente 15 km por semana para ayudar a construir las defensas de tu cuerpo.

5. Los suplementos importan

Las vitaminas y los suplementos son conocidos para mantener el cuerpo sano y fuerte. Los tipos más comunes de las vitaminas que puedes tomar para prevenir enfermedades, o para tratar un resfriado común o gripe, son la vitamina C y D. La vitamina C es un suplemento natural (antioxidante) que la gente toma a diario con el fin de evitar contraer un virus del resfriado u otros. No tomes más de la cantidad recomendada de vitamina C; hacerlo podría causar diarrea, náuseas o piedras renales. Los suplementos de vitamina D son conocidos por sus muchos beneficios, y la lucha contra los resfriados y la gripe es uno de esos beneficios.

En algunos casos se ha demostrado que la vitamina D también ayuda a reducir drásticamente el número de infecciones respiratorias. Durante los meses de invierno, los rayos del sol son generalmente débiles, lo que provoca una reducción drástica en el nivel de la vitamina D en el cuerpo. Se necesitan la luz del sol y tener buenos niveles de vitamina D para que el sistema inmunológico y las hormonas puedan funcionar correctamente. También recomendamos el uso de suplementos de proteínas para ayudarte a ganar más músculo. La proteína ayuda a recuperarte de los entrenamientos, así como mejorar tu fuerza. Cuando haces ejercicio, tu cuerpo te lo agradecerá. No sólo permanecerás en buena forma, sino el ejercicio también ayudará a prevenir algunas enfermedades que puedan producirse. Si estás enfermo, es cierto que el ejercicio podría ayudar a recuperarte a un ritmo más rápido. Para vivir una vida sana, debes crear una rutina de ejercicios y aferrarse a ella.

Fuente: Ryan Blair (Cutandjacked)